Las bombas de membrana cuentan con grandes ventajas respecto a otros tipos de bombas, como la ausencia de cierres mecánicos y/o empaquetaduras que son, muchas veces, responsables de las roturas de las bombas bajo condiciones de trabajo exigentes. Estas bombas son autocebantes, por lo que no es necesario llenar la columna de aspiración de líquido para que funcionen y pueden ser utilizadas para aspirar líquido de depósitos que, inicialmente, tengan la tubería de aspiración llena de aire.
El mantenimiento es muy rápido y sencillo y sus componentes fáciles de sustituir, lo que hacen de este tipo de bombas unos equipos con un muy bajo coste de funcionamiento.
Las bombas de membrana son muy polivalentes ya que dependiendo de las temperaturas de trabajo y del fluido a aspirar se utilizan unos materiales u otros para las membranas. Los materiales más utilizados son neopreno, vitón, teflón, poliuretano y otros materiales sintéticos.
Otra características son la elevada resistencia a la corrosión y a que no han de ser cebadas para que funcionen, las convierten en unos equipos muy utilizados en la industria para el movimiento de casi cualquier líquido en multitud de industrias (ácidos, barnices, construcción, disolventes, industrias cerámicas, industrias químicas, alimentarias, pinturas, tintas...).